P. CERIANI: HONESTIDAD Y CORDIALIDAD DE LOS BLOGS FRANCESES

HONESTIDAD Y CORDIALIDAD

DE LOS BLOGS FRANCESES

El pasado miércoles publiqué un artículo que lleva por título Dejemos hablar a los documentos

https://radiocristiandad.wordpress.com/2014/02/05/p-ceriani-dejemos-hablar-a-los-documentos/

Allí expresé que en el blog Avec l’Immaculée, con fecha del lunes 3 de febrero, se había publicado una Carta del Padre Chazal, y que la misma había sido traducida el castellano y publicada por el blog Non possumus. Luego fue también hecha pública por el blog Syllabus y muchos otros en varias lenguas.

Luego anuncié que iba a intentar que fuesen publicados en el blog Avec l’Immaculée y otros sitios o foros franceses que retomaron la carta en cuestión los documentos que contienen las razones que tantas veces he presentado para explicar por qué no quiero estar ni ser mencionado junto con los que siguen a Monseñor Williamson.

Pues bien, tanto Avec l’Immaculée como La Sapinière y el foro Christus Vincit! Christus Regnat! Christus Imperat! acogieron mi pedido y publicaron mis envíos.

Dejo, pues, constancia pública de su honestidad, así como también, y especialmente, de su cordialidad y gentileza para conmigo.

Es más, Avec l’Immaculée publicó mi pedido con esta introducción:

http://aveclimmaculee.blogspot.com.ar/2014/02/reponse-de-labbe-ceriani-la-suite-de-la.html

El Padre Ceriani reclamó un derecho de réplica como consecuencia de una reflexión del Padre Chazal en su Carta a un soldado desconocido de la resistencia interna.

Avec l’Immaculée y varios sacerdotes de la Resistencia recibieron hace un tiempo una carta de un fiel pidiéndonos unirnos con el Padre Ceriani y deplorando que hablemos tan poco de él.

Suponemos, pues, que es en parte por esto que el Padre Chazal consideró bueno hablar sobre este tema.

El Padre Ceriani no es nuestro enemigo ni tampoco del Padre Chazal. Reconocemos en el Padre Ceriani su clarividencia con ocasión del Motu Proprio. Lo cual no impide que no lo sigamos en todos los puntos actualmente.

Las cosas permanecerán intactas entre Avec l’Immaculée y Radio Cristiandad. Si uno de los dos blogs publica un artículo que agrada al otro, éste podrá retomarlo indicando la fuente, como se ha hecho hasta ahora.

Si Radio Cristiandad considera oportuno criticarnos, les dejaremos hacer. En cuanto a nosotros, en la medida de lo posible, vamos a tratar de permanecer en paz con ellos.

Aquellos que son peligrosos y deben ser combatidos, es Monseñor Fellay y sus cómplices, así como los conciliares.

Confiemos, pues, a la oración y a la reflexión todas estas cosas, para que este encontronazo entre los Padres Chazal y Ceriani-Turco-Grosso sirva para ver y profundizar, no sólo las causas que llevaron a la FSSPX al triste estado en que se encuentra actualmente, sino también identificar bien los objetivos y los medios de una verdadera resistencia conforme a los tiempos que vivimos.

Esta situación ha sido claramente resumida por el Cardenal Pie:

Lo que es cierto, es que a medida que el mundo se aproxima de su término, los malvados y los seductores tendrán cada vez más la ventaja.

No se encontrará casi ya la fe sobre la tierra, es decir, casi habrá desaparecido completamente de todas las instituciones terrestres.

Los mismos creyentes apenas se atreverán a hacer una profesión pública y social de sus creencias.

La escisión, la separación, el divorcio de las sociedades con Dios, dada por San Pablo como una señal precursora del final, irán consumándose de día en día.

Tal es la hora presente.

Para terminar, recuerdo ahora lo que prediqué el 1º de enero de 2010, en Buenos Aires, sobre la base de un texto del Padre Calmel:

Es, pues, en esta hora que tenemos que santificarnos y dar testimonio.

Todos nosotros, sacerdotes y laicos, cada uno por su cuenta y en su medida, tenemos una pequeña participación de autoridad auténtica.

Los sacerdotes tenemos los poderes para rezar la verdadera Santa Misa, para bautizar, para absolver, para predicar…

Los padres y madres de familia, a pesar del totalitarismo oficial y de la descomposición de la sociedad, no perdieron todavía del todo el poder para formar y educar a los hijos que han traído al mundo… por ahora conservan cierta autonomía respecto de la Bestia del Mar

Que el sacerdote fiel llegue, pues, hasta el límite de su poder y de su gracia sacerdotal… sacrificando, rezando, bautizando, predicando, sosteniendo, animando…

Que cada padre y cada madre vayan hasta el límite de la gracia y del poder que le da el Sacramento del matrimonio para formar y a educar a sus hijos… darles convicciones claras y firmes… inspirarles el espíritu del martirio…

Que el educador llegue hasta el límite de su gracia y de su poder de formar los niños, los muchachos y las jóvenes en la fe, las buenas costumbres, la pureza, la belleza, las letras, la música, la pintura…

Que cada sacerdote, cada laico, cada pequeño grupo de laicos y de sacerdotes, teniendo autoridad y poderes auténticos sobre un pequeño fortín y bastión de la Iglesia y de la cristiandad lleguen hasta el límite de sus posibilidades y de su poder… para formar una barrera de pies de gallo con espíritu de katexon, de obstáculo…

Que los jefes de cada fortín y los ocupantes de cada bastión no se ignoren, sino que se comuniquen los unos con los otros. Que cada uno de estos fortines protegido, defendido, dirigido por una autoridad real auténtica, se convierta, en la medida de lo posible, en un bastión de santidad… para obstaculizar la llegada del Inicuo…

He aquí lo que garantizará la continuidad de la verdadera Iglesia y preparará eficazmente el renacimiento para el día que agrade al Señor, si es que un reflorecimiento ha de darse, cosa que yo personalmente no creo, salvo si se trata del último y definitivo, meta-histórico…

Lo que sigue siendo posible en la Iglesia, lo que la Iglesia garantizará siempre, en cualquier caso, sean cuales fuesen las pruebas diabólicas de la nueva iglesia post-vaticanezca, es esto: tender realmente a la santidad, poder formarse por la inmutable y sobrenatural doctrina en un grupo real (incluso muy reducido), bajo una autoridad real y legítima, teniendo la certeza de que permanecerán siempre verdaderos sacerdotes fieles que no pactarán con la iglesia oficial conciliar.

Padre Juan Carlos Ceriani