P. JUAN CARLOS CERIANI: UN NUEVO ELEISON – SIN RETRACTACIÓN Y CON MÁS APARICIONISMO

UN NUEVO ELEISON

SIN RETRACTACIÓN

Y CON MÁS APARICIONISMO

El Obispo que no se retracta nos regala esta semana otra «profecía» sobre el Gran Castigo.

Parece que todo volvió a la normalidad en Kent, y por eso Los Impotentes y el Elenco de errores del señor Obispo  esta vez recibieron a buena hora la versión oficial en español del Comentario Eleison, la cual se precipitaron a publicar. También habría regresado a buen funcionamiento el reloj del Elenco…:

http://nonpossumus-vcr.blogspot.com.ar/2014/09/comentario-eleison-numero-ccclxxvi-376.html

http://syllabus-errorum.blogspot.com.ar/2014/09/comentarios-eleison-castigo.html

Lo concreto es que, en su Eleison 376, el Obispo que no se retracta  se refiere ahora al Padre Constant Louis Marie Pel, fallecido en 1965, y a una «profecía» que habría confiado a un seminarista, uno de sus hijos espirituales, en 1945.

Este confidente, en 1983-1984, escribió un libro sobre su apreciado padre espiritual. Allí consigna dicho relato sobre los castigos que azotarían Francia en particular.

Esperé un tiempo prudencial para darles a los seguidores del Obispo de Kent la posibilidad de que tomasen la delantera en hacer algunos comentarios sobre el texto… Pero nada ha sido publicado hasta el presente… Esto indica, o que están de acuerdo con el Obispo y no tienen nada que decir, o que llegarán tarde como siempre…

Pasemos a la lectura completa de la «profecía», que el Obispo inglés publica abreviada y sin enviar a ningún enlace donde poder encontrarla en su integridad. Sus seguidores tienen un buen maestro…

Lo destacado en negrita y rojo, son las partes omitidas (¿censuradas?) o mal traducidas:

De este modo, en 1945, mi buen padre Pel me declaraba de parte de Dios:

«Mi hijo», dijo el Padre Pel, «sabe que con los pecados del mundo aumentando en horror en el transcurso de este siglo, grandes castigos de Dios descenderán sobre el mundo y ningún continente se escapará a la Ira de Dios.

Francia, siendo culpable de apostasía y negando su vocación, será severamente castigada. Al este de una línea que se extiende desde Burdeos en el sudoeste hasta Lille en el noreste, todo será arrasado e incendiado por personas invadiendo desde el este y también por meteoritos en llamas cayendo como lluvia de fuego sobre toda la tierra y especialmente sobre estas regiones.  Esto será la desolación general: revolución, guerra, epidemias, plagas, gases químicos venenosos, violentos terremotos y el re-despertar de los volcanes extinguidos de Francia destruirán todo: Auvergne, Alpes, Pirineos y otros lugares.

Francia, al oeste de esa línea, será menos afectada (Vendée, Bretaña, debido a la fe enraizada todavía en esas regiones), pero, sin embargo, será necesario alejarse mucho de las costas, incluso a veces hasta 50 km, para escapar a su sumersión en el fondo de los mares, como Marsella y la Costa Azul que serán tragadas a causa de los pecados cometidos y de los escándalos en las playas de esas regiones en particular.

Pero, debo decirte, hijo mío, que los sectarios y cualquiera de los peores enemigos de Dios buscando allí refugio del cataclismo mundial será hallado, donde sea que ellos se escondan, y ejecutados por los demonios porque la Ira del Señor es justa y santa.

Densas tinieblas causadas por la guerra, incendios gigantescos y fragmentos de estrellas ardientes cayendo por tres días y noches causarán la desaparición del sol y solamente velas bendecidas en Candelaria (2 de Febrero) darán luz en las manos de los creyentes, pero los sin Dios no verán esta luz milagrosa porque tienen oscuridad en sus almas.

De esta manera, mi hijo, tres cuartas partes de la humanidad serán destruidas y en ciertas partes de Francia los sobrevivientes tendrán que ir 100 kilómetros para encontrar otro ser humano viviente. Se comerá carne humana para sobrevivir. Varias naciones desaparecerán completamente de la faz del mapa. Francia será bien pequeña, pero ella sobrevivirá en parte hasta el fin de los tiempos. Una Francia así purificada devendrá la renovada «Hija Primogénita de la Iglesia» porque todos los Caínes y los Judas habrán desaparecido durante este ‘Juicio sobre las Naciones’, pero no será todavía el fin de los tiempos, que tendrá lugar más tarde.

El Mar Mediterráneo desaparecerá por completo, los océanos enviarán hacia el cielo enormes chorros de vapor caliente y barrerán los continentes en un terrible maremoto destruyendo todo a su paso; mientras que surgirán nuevas montañas, océanos y tierras, se derrumbarán los Alpes y el valle del Rin hasta el norte será invadido por el mar.

De este modo, el mapa del mundo será cambiado por completo; la tierra tendrá grandes sacudones que impedirán que gire sobre sí misma con normalidad. Las estaciones del año ya no existirán tres años antes de que la tierra produzca nuevamente hierbas y vegetación.

Habrá gran hambruna en el mundo entero. París será destruida por la Revolución y quemada por el fuego atómico de los rusos desde Orleans y la región de Provins. Mientras que Marsella y la Costa Azul se derrumbarán en el mar.

Más de tres mil millones de personas desaparecerán en una tormenta mundial y Jesús decía que no habría más tan gran desolación, incluso en el fin del mundo, tan grande será el castigo debido a los pecados del mundo.

Comenzamos, hijo mío, me decía (en 1945), a entrar en el tiempo del Apocalipsis visto por San Juan, el apóstol amado de Jesús.

Más tarde, cuando veas que este tiempo temido está cerca, entonces ve a Bretaña a retirarte, pero hacia el centro, lejos de las costas que se derrumbarán.

Porque este flagelo mundial comenzará por una fría noche de invierno y un terrible rugido de un trueno divino se escuchará en todo el mundo, este trueno divino tendrá un sonido anormal, lleno de gritos demoníacos; esta será la voz del pecado que los hombres aterrorizados escucharán esa noche.»

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Me limitaré a pocas acotaciones para ayudar a la reflexión:

1ª) El Prelado que no se retracta nada nos dice sobre el hecho de que el Padre Pel haya sido director espiritual de Marthe Robin…

Sabemos, sin embargo, que el Padre Vallet (Fundador de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey, y bien conocido por el Obispo de Kent) dijo que tres veces, en España, en América del Sur y en Chabeuil (Francia), el diablo le había puesto en el camino («mis dans les pattes») una falsa mística. El Padre Vallet en el tercer caso se refería a Marthe Robin y los Hogares de la Caridad…

2ª) Fue en 1945 cuando el Padre Pel confió al seminarista su «profecía». De esto hace 69 años. Si el seminarista contaba con unos 18 años en aquél entonces, ahora tendría 87. Debiera vivir todavía, pues la «profecía» no se cumplió aún.

Si vive, no sabemos si ya se ha retirado a Bretaña.

Sería muy útil que alguien de la Resistencia Fláccida lo contactase, de ser posible.

3ª) Como esta «profecía» habla del «Juicio sobre las Naciones», para hacerla coincidir con la Divina Revelación habría que poner los acontecimientos «profetizados» después del Anticristo, y no antes.

El obispo que no se retracta los pone antes. Es claro que él sigue las revelaciones y no La Revelación.

Ya conocemos su conferencia sobre las Siete Edades de la Iglesia, así como su referencia al Tercer Mensaje de Akita.

Además, al hablar de una Francia purificada y renovada como «la primogénita de la Iglesia», confirma que para él todos estos sucesos son anteriores al Anticristo.

4ª) Si el Gran Castigo no coincide con el Juicio de las Naciones, sino que antecede a la pretendida restauración, no puede ser cierto que no habrá más tan gran desolación, incluso en el fin del mundo, como afirma esta «profecía».

Recordemos que, según el pretendido mensaje de Akita, si los hombres no se arrepienten y no se mejoran, el Padre mandará un terrible castigo a toda la humanidad. Será un castigo más grave que el diluvio, como jamás ha habido otro. Caerá fuego del cielo y aniquilará una gran parte de la humanidad.

Este pasaje del mensaje de Akita plantea un problema teológico, porque la Iglesia siempre ha creído y enseñado que el diluvio ha dejado tan sólo ocho personas sobrevivientes.

Debemos creer de fide que el diluvio fue universal, especialmente respecto de los hombres.

Aquí está en juego la cuestión de la autenticidad histórica de los primeros once capítulos del Génesis; lo cual fue declarado por la Pontificia Comisión Bíblica.

Es con la exégesis modernista que esta verdad ha sido puesta en duda.

Ahora bien, el mensaje de Akita (como la «profecía del Padre Pel) deja entender que muchas más de ocho personas sobrevivieron al diluvio, así como que más de ocho personas sobrevivirán al cataclismo anunciado.

Si el castigo anunciado debe ser «peor que el diluvio», y si se quiere salvaguardar la fe, es necesario afirmar que permanecerán en la tierra menos de ocho personas después de las penas.

Pero no es esto lo que dan a entender Akita y el Padre Pel. Sus «mensajes» implican claramente que gran parte de la humanidad ha sobrevivido al diluvio, así como que muchos más de ocho hombres sobrevivirán al castigo anunciado.

Esto va en contra de la doctrina católica.

Esta es una de las muchas pruebas de que las apariciones de Akita no son de Dios.

Otro tanto hay que decir de la «profecía» del Padre Pel.

5ª) Este falso profeta le hace decir a Nuestro Señor: «que no habría más tan gran desolación, incluso en el fin del mundo, tan grande será el castigo debido a los pecados del mundo».

Ahora bien, si el Padre Pel dice que realmente Nuestro Señor utilizó la expresión desolación para indicar un castigo, entonces es necesario afirmar que la desolación del diluvio ha sido peor, porque habrán sobrevivido menos personas.

Pero, si el Padre Pel dice que Nuestro Señor utilizó desolación para indicar tribulación, y si por tribulación se entiende persecución, entonces las palabras de Nuestro Señor serían completamente ciertas, porque la persecución del Anticristo va a ser absolutamente universal, a diferencia de todas las anteriores, e incluso la del Quinto Sello.

Pero el señor Obispo, la «señora» de Akita y los señores Impotentes sostienen la primera interpretación…

Quizás, este sacerdote mezcló gran tribulación (de San Mateo 24, 21 = Porque habrá entonces gran tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá más) con la abominación de la desolación  (del versículo 15 del mismo capítulo = Cuando veáis, pues, la abominación de la desolación, predicha por el profeta Daniel, instalada en el lugar santo —el que lee, entiéndalo—).

Y termino con las mismas palabras: el que lee, entiéndalo…

Padre Juan Carlos Ceriani