P. JUAN CARLOS CERIANI: DATOS ESCLARECEDORES SOBRE EL P. BOUCHACOURT

Gran Juglar de Fellay
Gran Juglar de Fellay

HABLANDO DE INTENCIONES

Este domingo 29 de diciembre de 2013, decidí hacer un recorrido por diversos sitios de la Neo-FSSPX para verificar la Segunda Intención de la Cruzada de Rosarios lanzada últimamente por Mons. Fellay.

Este es el misterioso resultado:

La Porte Latine, sitio oficial en Francia:

http://www.laportelatine.org/publications/bienfait/81/81.php

Pour le retour à la Tradition dans l’Eglise

DICI, órgano oficial de la Casa General, versión francesa:

http://www.dici.org/documents/lettre-aux-amis-et-bienfaiteurs-n81/

Pour le retour de la Tradition dans l’Eglise

DICI, órgano oficial de la Casa General, versión española:

http://www.dici.org/en/documents/carta-a-los-amigos-y-benefactores-n-81/

Por el retorno de la Tradición en la Iglesia

DICI, órgano oficial de la Casa General, versión portuguesa:

http://www.dici.org/en/documents/carta-aos-amigos-e-benfeitores-n-81/

Pelo retorno da Tradição na Igreja

DICI, órgano oficial de la Casa General, versión inglesa:

http://www.dici.org/en/documents/letter-to-friends-and-benefactors-81/

For the return to Tradition within the Church

DICI, órgano oficial de la Casa General, versión italiana:

http://www.dici.org/en/documents/lettera-agli-amici-e-benefattori-n81/

Per il ritorno della Tradizione nella Chiesa

DICI, órgano oficial de la Casa General, versión alemana:

http://www.dici.org/en/documents/brief-an-die-freunde-und-wohltater-nr-81/

Für die Rückkehr der Tradition in der Kirche

Sitio de la FSSPX en Asia:

http://www.sspxasia.com/Documents/Society_of_Saint_Pius_X/Bishop-Fellays-Letter/No_81_Dec_2013.pdf

For the return to Tradition within the Church

Sitio de Sudamérica, llamamiento del Padre Bouchacourt, en español y francés:

http://www.fsspx-sudamerica.org/fraternidad/textos/llamamiento.php

Queremos que el Papa restaure la santa Tradición en la Iglesia: ¡recemos el rosario!

Nous voulons que le pape restaure la sainte Tradition dans l’Eglise : récitons le chapelet !

Sitio de Sudamérica, en español:

http://www.fsspx-sudamerica.org/fraternidad/carta81.php

Por el retorno de Roma a la Tradición

Sitio de Sudamérica, en portugués:

http://www.fsspx-sudamerica.org/fraternidad/cartaportu81.php

Pelo retorno de Roma na Tradição Católica

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Sin entrar en ningún tipo de análisis ni de juicio de intenciones…, esto me recuerda lo que pasó en enero de 2009.

¿Qué pasó en aquél entonces? Pues, comprobé que, en el sitio oficial de la FSSPX en Sudamérica, la Intención de la Cruzada, lanzada el día de Cristo Rey de 2008 en Lourdes, no correspondía al original.

En el sitio del Padre Bouchacourt podía leerse:

LA INTENCIÓN DE ESTA CAMPAÑA LANZADA POR MONSEÑOR FELLAY ES:

«QUE POR LA INTERCESIÓN DE NUESTRA SEÑORA

SEA DEROGADO EL DECRETO DE EXCOMUNIÓN DEL AÑO 1988″

La expresión sea derogado me llamó mucho la atención. En aquél entonces estaba en Martinica y mis relaciones con el Padre Bouchacourt eran malas desde 2005, y empeoraron especialmente desde el famoso Motu proprio.

Entonces, decidí darle una lección valiéndome de una feligresa uruguaya de la primerísima hora, en cuya casa había rezado su primera Misa en suelo charrúa Monseñor Marcel Lefebvre.

Le pedí a la señora Mabel Colominas de Peñalva que enviase al sitio del Padre Bouchacourt una misiva con datos que le pasé. El resultado fue el siguiente:

CARTA Nº 1

Un interrogante se me ha planteado y me gustaría sacarme esa duda: ¿qué quiere decir «derogar» en el Derecho Canónico?

Por lo que sé, querría decir abrogar una parte de una ley. Y entonces, ¿qué se abrogaría del decreto sobre la excomunión?

Son cosas muy sutiles, pero como Monseñor Lefebvre dijo «Yo no soy cismático ni excomulgado…»

Es muy importante estar informado para hablar con los que están en el error.

Muy agradecida desde ya, los saluda en Cristo.

La respuesta no tardó en llegar. Quien respondió fue el Padre Suárez:

CARTA Nº 2

Estimada Sra. Mabel,

Lo que pide la FSSPX es que «se retire el decreto de excomunión», o en términos parecidos, que «se levante el decreto de excomunión».

Nuestro Superior General ha hablado en esos términos, y hasta donde yo sé, no ha utilizado ningún término canónico concreto (abrogar, derogar, anular).

Y la razón para hacerlo así es muy sencilla: si uno dice que se «retire» el decreto, hay un acto de la autoridad «puesto» (al poner el decreto) y «vuelto a poner» (al sacarlo). Pero no parece que, de ese modo, habría un nuevo acto jurídico-canónico; es más: se lo saca sin dar muchas explicaciones (puntualmente, ninguna).

En cambio, si una ley o decreto pretende derogar o abrogar otra, sí que hay un acto jurídico-canónico, y sobre todo, deben darse -como es de estilo- las razones correspondientes («… visto que… y considerando que… decreto:… tal cosa»).

Además, en el primer caso, la «retirada» no prejuzga sobre la verdadera existencia de la cosa que se pretendía sancionar («pongo un decreto… lo saco…»). En cambio, en el segundo, hay algo realmente en firme, que después resulta (por decirlo así) fulminado… Son dos cosas bien distintas.

Por eso el Superior General pide que «se retire» el decreto, lo cual es bien conforme a que, no sólo de derecho, sino también de hecho no hubo ninguna excomunión.

A saber lo que vayan a hacer…

Ante la perplejidad, no sólo de la señora, sino también mía, pero no sin una sonrisa maliciosa, le pedí que escribiese nuevamente…

CARTA Nº 3

Estimado Padre Suárez:

Le agradezco mucho la respuesta, tan rápida y clara; pero permítame hacerle otra pregunta.

Usted me dice, textualmente:

«Lo que pide la FSSPX es que «se retire el decreto de excomunión», o en términos parecidos, que «se levante el decreto de excomunión».

Nuestro Superior General ha hablado en esos términos, y hasta donde yo sé, no ha utilizado ningún término canónico concreto (abrogar, derogar, anular).»

Y luego me explica, la razón para hacerlo.

Pero entonces aquí viene mi pregunta: si las cosas son así, ¿por qué en el sitio oficial de la Fraternidad de América del Sur se lee:

LA INTENCIÓN DE ESTA CAMPAÑA LANZADA POR MONSEÑOR FELLAY ES:

«QUE POR LA INTERCESIÓN DE NUESTRA SEÑORA SEA DEROGADO EL DECRETO DE EXCOMUNIÓN DEL AÑO 1988»?

No entiendo por qué, si el «Superior General pide que «se retire» el decreto», la Fraternidad de América del Sur pide «que sea derogado el Decreto».

¿Es que ellos creen que de derecho y de hecho hubo una excomunión? Es muy importante este punto…

Monseñor Lefebvre dijo….ni excomulgado…

Padre, le pido una aclaración, porque debo ser muy ignorante.

Si usted comprueba lo mismo que yo, también creo que sería necesario hacer la aclaración en el sitio oficial dando todas las razones que me ha dado a mí, me parece muy importante.

Imaginando la cara del pobre Padre Suárez, y lamentando no tener una filmadora escondida en su escritorio…, yo me revolcaba de risa allá en Martinica… Esperaba la respuesta, que no tardó en llegar…, y bien cortita, por cierto…:

CARTA Nº 4

Estimada Sra. Mabel,

Por lo que aparece en el sitio web, la responsabilidad cae bajo el P. Bouchacourt.

La respuesta que yo le di es, evidentemente, a título privado.

No satisfecho con la respuesta, y sabiendo que habíamos averiado seriamente el navío francés, le solicité a la entusiasmada señora ir a la carga y por la cabeza del engreído Superior de Distrito:

CARTA Nº 5

Superior del Distrito América del Sur

Reverendo Padre Bouchacourt.

Estimado Padre:

Le envié la siguiente carta al P Suárez:

Un interrogante se me ha planteado y me gustaría sacarme esa duda: ¿qué quiere decir «derogar» en el Derecho Canónico?

Por lo que sé, querría decir abrogar una parte de una ley. Y entonces, ¿qué se abrogaría del decreto sobre la excomunión?

Son cosas muy sutiles, pero como Monseñor Lefebvre dijo «Yo no soy cismático ni excomulgado…»

Es muy importante estar informado para hablar con los que están en el error.

El Padre Suárez me respondió muy amable y claramente, de este modo:

«Lo que pide la FSSPX es que «se retire el decreto de excomunión», o en términos parecidos, que «se levante el decreto de excomunión».

Nuestro Superior General ha hablado en esos términos, y hasta donde yo sé, no ha utilizado ningún término canónico concreto (abrogar, derogar, anular).

Y la razón para hacerlo así es muy sencilla: si uno dice que se «retire» el decreto, hay un acto de la autoridad «puesto» (al poner el decreto) y «vuelto a poner» (al sacarlo). Pero no parece que, de ese modo, habría un nuevo acto jurídico-canónico; es más: se lo saca sin dar muchas explicaciones (puntualmente, ninguna).

En cambio, si una ley o decreto pretende derogar o abrogar otra, sí que hay un acto jurídico-canónico, y sobre todo, deben darse -como es de estilo- las razones correspondientes («… visto que… y considerando que… decreto:… tal cosa»).

Además, en el primer caso, la «retirada» no prejuzga sobre la verdadera existencia de la cosa que se pretendía sancionar («pongo un decreto… lo saco…»). En cambio, en el segundo, hay algo realmente en firme, que después resulta (por decirlo así) fulminado… Son dos cosas bien distintas.

Por eso el Superior General pide que «se retire» el decreto, lo cual es bien conforme a que, no sólo de derecho, sino también de hecho no hubo ninguna excomunión.»

Al leer la respuesta me surgió otra duda, y le escribí nuevamente, como sigue:

«Le agradezco mucho la respuesta, tan rápida y clara; pero permítame hacerle otra pregunta.

Usted me dice, textualmente:

«Lo que pide la FSSPX es que «se retire el decreto de excomunión», o en términos parecidos, que «se levante el decreto de excomunión».

Nuestro Superior General ha hablado en esos términos, y hasta donde yo sé, no ha utilizado ningún término canónico concreto (abrogar, derogar, anular).»

Y luego me explica, la razón para hacerlo.

Pero entonces aquí viene mi pregunta: si las cosas son así, ¿por qué en el sitio oficial de la Fraternidad de América del Sur se lee:

LA INTENCIÓN DE ESTA CAMPAÑA LANZADA POR MONSEÑOR FELLAY ES:

«QUE POR LA INTERCESIÓN DE NUESTRA SEÑORA SEA DEROGADO EL DECRETO DE EXCOMUNIÓN DEL AÑO 1988»?

No entiendo por qué, si el «Superior General pide que «se retire» el decreto», la Fraternidad de América del Sur pide «que sea derogado el Decreto».

¿Es que ellos creen que de derecho y de hecho hubo una excomunión? Es muy importante este punto…

Monseñor Lefebvre dijo….ni excomulgado…

Padre, le pido una aclaración, porque debo ser muy ignorante.

Si usted comprueba lo mismo que yo, también creo que sería necesario hacer la aclaración en el sitio oficial dando todas las razones que me ha dado a mí, me parece muy importante.»

A mi segunda pregunta, él me dijo que él me había contestado en forma personal y que debía dirigirme a usted para una respuesta oficial.

Por lo tanto, le envío todo el material para que pueda esclarecerme.

Mi duda es la diferencia que hay, al parecer, entre la intención que manifiesta Monseñor Fellay y la que se publica en la página de la Fraternidad en Sudamérica.

Creo que para cualquier persona puede parecer que son dos intenciones diferentes.

Como le dije al Padre Suárez, si usted comprueba lo mismo que yo, creo que sería necesario hacer las aclaraciones pertinentes en el sitio oficial, dando todas las razones que él me ha dado a mí, e invitando a los fieles a rezar nuevamente los Rosarios ofrecidos con la buena intención, o, al menos, no computarlos.

Si usted considera más oportuno que yo me dirija al Superior General, le ruego me indique su dirección de mail.

Podemos imaginar que el Padre Bouchacourt estaría más arrinconado que ante Marcelo Larraquy o Deborah Plager… Y respondió de esta manera:

boucha-cantaCARTA Nº6

Estimada Señora,

Habiendo llegado de viaje respondo rápidamente al correo que Usted me envió.

La respuesta que le dio el Padre Suárez me parece excelente y sólo querría agregar estas palabras en precisión.

Es evidente que el decreto de excomunión, que existe desgraciadamente en la realidad, es totalmente nulo en cuanto a nosotros. Que no haya ninguna duda al respecto. Nosotros no pedimos que se nos levante la excomunión sino que se levante el decreto, que es injusto y difamatorio.

Es una cuestión de honor. Lanzando esta cruzada de Rosarios, Monseñor Fellay quiere simplemente defender el honor de nuestro Fundador, de Monseñor de Castro Mayer y de los 4 obispos. Este decreto, de hecho, no ha excomulgado a nadie, salvo a la Tradición. Nosotros tenemos que responder y exigir que se retire.

Le voy a dar un ejemplo. Imagine que en la prensa se acuse a un miembro de su familia por una falta grave; acusación, por lo demás, totalmente falsa. Su deber, en cuanto miembro de la familia, consiste en pedir un derecho de respuesta y exigir una desmentida.

Lo mismo sucede en nuestro caso. No reconocemos la acusación que hace el decreto y exigimos que sea retirado porque arroja a toda la Tradición y a la Fraternidad en el descrédito.

El término «derogar», en el fondo, no quiere decir más que eso. Puede ser más o menos preciso, pero le aseguro que la inmensa mayoría de los fieles han entendido perfectamente lo que significa. Por tanto, quédese tranquila. Tenga confianza en los superiores de la Fraternidad, que no tienen otro deseo más que defender y extender la Tradición en el mundo, y trabajar en la santificación de las almas.

Le deseo un santo año nuevo y le envío mi bendición, extensiva a su familia.

A esta altura de los acontecimientos, dejé que la «garra charrúa» terminase con su presa; sólo corregí algunas cuestiones de estilo.

CARTA Nº 7

Gracias Padre, pero espero que el Papa entienda lo que queremos decirle… ¡¡y no que le pedimos que «perdone» algo que tenemos que perdonarle nosotros a ellos!!

Me gustaría que quedara más claro… Hay gente que pregunta ¿Están pidiendo que le saquen la excomunión? Yo les respondo, eso no fue una excomunión, ¡ya que los que excomulgaron, estaban excomulgados!

Como Ud. bien dice hemos sido insultados, perseguidos, menospreciados… ¿Por quiénes? Por los que están rezando una misa envenenada de modernismo, una misa protestante, «una misa bastarda» (M Lefebvre), los que han renegado del reinado de N Señor, liberales.

Padre, Ud. sabe mejor que yo.

Ha sido un atrevimiento…

De cualquier manera Padre, yo hace años que rezo por la conversión de estos Papas, y por la vuelta de la iglesia conciliar (modernista y liberal) a la verdadera Iglesia Católica Apostólica, y tengo el sentimiento que Monseñor no querría que rezáramos para que le saquen algo que él jamás aceptó. Así lo dijo, «no soy ni cismático, ni excomulgado».

Yo, Padre, los ignoro, mientras estén en el error; considero que el Papa es el Papa (pero equivocado totalmente en su doctrina) ¡Me siento honrada de haber conocido a Monseñor con «excomunión» o como sea! Él combatió por la Verdad, por la Iglesia, ¡un valiente! ¡Un cruzado!

Cuente unos mil Rosarios por la conversión del Papa, que, si se diera, sería lo primero que haría: ¡¡borrar esa «excomunión» que nunca existió!!

Padre, le deseo un Santo año 2009, y le participo el deseo de tener cuanto antes un priorato aquí…, hay almas que tambalean…, se lo aseguro…

CARTA Nº 8

Inexistente… No hubo respuesta del Padre Bouchacourt…

Como la señora quiso insistir, la proporcioné algunos datos:

Carta Nº 9

S Superior del Distrito América del Sur

Reverendo Padre Bouchacourt.

Estimado Padre:

Disculpe que le escriba nuevamente. Usted dirá: «otra vez esta señora; ¿qué quiere ahora?»

Lo que pasa es que, en estos tiempos tan confusos, la Fraternidad, con sus prédicas, conferencias, retiros y publicaciones, me ha enseñado a reflexionar y a examinar lo referente a nuestra santa religión y no aceptar todo con los «ojos cerrados».

Leí y releí las cartas que ustedes me escribieron, y las cosas no me quedan claras.

No voy a insistir con preguntas; ya comprendí que es inútil. No espero respuesta a esta carta. Pero sí quiero participarle algunas reflexiones; tal vez puedan servirle de algo.

Usted me dice: «La respuesta que le dio el Padre Suárez me parece excelente».

Luego de pensar y repensar llego a la conclusión de que se trata de la segunda carta del Padre Suárez, en la cual él me dice: «Por lo que aparece en el sitio web, la responsabilidad cae bajo el P. Bouchacourt. La respuesta que yo le di es, evidentemente, a título privado».

Evidentemente no puede ser la primera, en la cual él me explica por qué no se puede emplear el término «derogar». Y Ud. concluye en que «el término «derogar», en el fondo, no quiere decir más que eso» es decir retirar.

Por lo tanto, el Padre Suárez tendría que haber dejado de lado su doctrina privada al responder la primera carta y decirme que «derogar» está bien empleado.

Sin embargo, parece que él ha entendido perfectamente lo que significa, pero de un modo distinto al de «la inmensa mayoría de los fieles».

¿Inmensa mayoría de los fieles? Por curiosidad entré en el sitio de la Fraternidad en Francia, y me encontré con intenciones, computadas como válidas, que son totalmente nulas, y algunas insultantes respecto a Monseñor Lefebvre y la Fraternidad. Van algunos ejemplos:

Primero en español:

«Por el levantamiento de la excomunión de Monseñor Lefebvre»

«Para que nos levanten la excomunión»

«Levantamiento de las excomuniones»

Estos fieles, de Argentina, Chile, etc., deben haber entendido perfectamente de qué se trata, pues han merecido que sus intenciones fuesen computadas y publicadas.

Ahora en francés:

«La levée effective des excommunications»

«Pour ce retrait d’excommunication»

«De bien vouloir revenir sur cette excommunication»

«Que l’excommunication pesant sur la fraternité St Pie X soit enfin levée»

«La levée des sanctions»

«Pour la réunion dans la communion de tous ces frères qui nous sont si proches»

«Je suis «catholique normal», et c’est pourquoi je prie beaucoup pour la réconciliation entre l’église et l’organisation Pie X. Une telle réconciliation serait un enrichissement énorme pour l’Eglise Universelle.»

Los fieles franceses «normales», mejor formados que los «anormales sudacas», también entienden perfectamente…

Para terminar, el Seminario de La Reja, que debe tener también doctrina propia (¿normal o anormal?):

«Chapelets offerts par les Prêtres, Séminaristes, Frères, Sœurs, et fidèles du Séminaire Nuestra Señora Correntora (La Reja, Argentine) à l’intention demandée par Mons. Fellay à Lourdes : le retrait du décret (d’excommunion ?) pesant sur Mons. Lefebvre, Mons. de Castro Mayer et les quatre évêques de la Fraternité»

¿Por qué pusieron «(d’excommunion ?)»?

Debe ser porque entienden bien… ¿Qué es lo que «pesa», el Decreto o la Excomunión?

Convengamos, al menos, que no es la intención expresada por el Superior General; y ha sido publicada y sus Rosarios computados…

Usted me dice: «Es una cuestión de honor. Lanzando esta cruzada de Rosarios, Monseñor Fellay quiere simplemente defender el honor de nuestro Fundador, de Monseñor de Castro Mayer y de los 4 obispos… Su deber, en cuanto miembro de la familia, consiste en pedir un derecho de respuesta y exigir una desmentida.»

Si comprendo bien, durante 11 años, como mínimo, la Fraternidad faltó a su deber de defender el honor de su Fundador

No lo puedo creer; y me parece que la cosa va por otro lado.

En efecto, en 1988 todos los Superiores de la Fraternidad escribieron una «Carta Abierta» al cardenal que firmó el famoso «Decreto de Declaración» que ahora se pide que sea «derogado» (¿o «retirado»?; no importa, ¡es lo mismo!).

Es esa carta, que usted debe conocer y que me gustaría ver reeditada y firmada por usted, todos los Superiores afirmaron:

«Nosotros jamás quisimos pertenecer a ese sistema que se califica a sí mismo de Iglesia Conciliar y se define por el Novus Ordo Missæ, el ecumenismo indiferentista y la laicización de toda la sociedad. Sí, nosotros no formamos parte, nullam partem habemusdel panteón de las religiones de Asís; nuestra propia excomunión por un decreto de Vuestra Eminencia o de otro dicasterio no sería más que la prueba irrefutable. No pedimos nada mejor que el ser declarados ex communionefuera de la comunión, del espíritu adultero que sopla en la Iglesia desde hace veinticinco años; excluidos de la comunión impía con los infieles (…) El ser asociados públicamente a la sanción que fulmina a los seis obispos católicos, defensores de la fe en su integridad y en su totalidad, sería para nosotros una distinción de honor y un signo de ortodoxia delante de los fieles. Estos, en efecto, tienen absoluto derecho de saber que los sacerdotes a los cuales se dirigen no están en comunión con una iglesia falsificada, evolutiva, pentecostal y sincretista»

Sí, me parece que la cosa va por otro lado…

¡Qué lejos estamos de aquella postura clara, firme, valiente!

Usted me dice: «Por tanto, quédese tranquila. Tenga confianza en los superiores de la Fraternidad».

¡No, Padre, no me quedo nada tranquila! La FSSPX me enseñó a discernir y estudiar, para poder saber dónde está la Verdad.

Y no me olvido que Monseñor Williamson dijo en una conferencia que debíamos prepararnos para el tiempo que hasta la FSSPX pudiese caer como Campos.

No se puede estar tranquila, ¿y si hubiéramos confiado en el Papa?

Y usted y el Padre Suárez tendrán que trabajar mucho para reconquistar mi confianza.

Todo sea para mayor gloria de Dios y su Iglesia…

BOUCHACOURT-VOLEY2CARTA Nº 10

A los Reverendos Padres

Christian BOUCHACOURT, Superior del Distrito de América del Sur

Pablo SUAREZ

Presente

De mi mayor consideración:

En mi última carta dirigida al Superior del Distrito manifesté que no voy a insistir con preguntas; y que ya comprendí que es inútil.

Tampoco espero respuesta a esta carta, que tal vez haga pública, junto con las otras; no se sorprendan de ello.

Pero por el bien de sus almas, de las de los sacerdotes y de los fieles que están bajo su autoridad, sí quiero participarles algunas reflexiones; tal vez puedan servirles de algo.

En la primera carta que recibí del Padre Suárez se indica una distinción entre «un acto de la autoridad» y un «acto jurídico-canónico».

Se explica que el «acto jurídico-canónico» debe llevar «las razones correspondientes («… visto que… y considerando que… decreto:… tal cosa»)».

Y se concluye diciendo que «Por eso el Superior General pide que «se retire» el decreto, lo cual es bien conforme a que, no sólo de derecho, sino también de hecho no hubo ninguna excomunión.»

Como confirmación de lo mismo, en la carta del Padre Bouchacourt se dice que «Nosotros no pedimos que se nos levante la excomunión sino que se levante el decreto, que es injusto y difamatorio.»

Pero, con gran sorpresa y dolor, leo en el Decreto del 21 de enero de 2009, firmado por el Cardenal Giovanni Battista Re, Prefecto de la Congregación para los Obispos:

«Por medio de la carta del 15 de diciembre de 2008 enviada a Su Eminencia el Cardenal Darío Castrillón Hoyos, Presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, Mons. Bernard Fellay, en su nombre y en el de los otros Obispos consagrados el 30 de junio de 1988, volvía a solicitar el levantamiento de la excomunión latae sententiae formalmente declarada por Decreto del Prefecto de esta misma Sagrada Congregación para los Obispos con fecha del 1º de julio de 1988 (…) Conforme a las facultades que me han sido expresamente concedidas por el Santo Padre, Benedicto XVI, en virtud del presente Decreto, remito a los Obispos Bernard Fellay, Bernard Tissier de Mallerais, Richard Williamson y Alfonso de Galarreta la censura de excomunión latae sententiae declarada por esta Congregación el 1º de julio de 1988 y declaro privado de efectos jurídicos a partir del día de hoy el Decreto entonces publicado».

Con lo cual compruebo que se trata de un acto jurídico-canónico, que responde a lo que no debíamos pedir.

Es más, el Comunicado Monseñor Fellay confirma lo dicho:

«La excomunión de los obispos consagrados por su Excelencia Mons. Marcel Lefebvre el 30 de junio de 1988, que había sido declarada por la Congregación para los Obispos por un decreto del 1º de julio de 1988 y que nosotros siempre hemos rechazado, ha sido retirada por otro decreto de la misma Congregación con fecha del 21 de enero de 2009, por mandato del papa Benedicto XVI.»

Pero, si caben y dudas o si quieren enredarme con subterfugios, el propio Monseñor Fellay ha declarado, como consta en la edición del 31 de enero del diario francés Présent y del semanario francés Monde et Vie, que:

«Esperaba el levantamiento de la excomunión desde 2005, desde la primera carta de solicitud del levantamiento de la excomunión que había dirigido a petición de la propia Roma. Porque queda claro que Roma no pedía esta carta para negarse a levantar la excomunión

Una vez aclarado esto, vengo a lo expresado por el Padre de Cacqueray, Superior del Distrito de Francia, en su editorial de La Porte Latine, del 1º de enero de 2009, «De un Preliminar al Otro»:

«Si se tratase realmente del retiro del decreto —y no de un levantamiento de las excomuniones— sería entonces el principio de la reparación de la injusticia inaudita conocida, y podríamos alegrarnos (…) Si, en cambio, se tratase de un ״levantamiento de las excomuniones״, las cosas serían de muy otra manera. No correspondería a nuestro segundo preliminar y no lavaría de ninguna manera a nuestros obispos de los malos pleitos que se les hizo.»

Considero que tienen más que suficiente para meditar y para cambiar de actitud.

Cuando al Padre Bouchacourt quiso tranquilizarme, diciéndome«Por tanto, quédese tranquila. Tenga confianza en los superiores de la Fraternidad», le respondí:

¡No, Padre, no me quedo nada tranquila! La FSSPX me enseñó a discernir y estudiar, para poder saber dónde está la Verdad. Y usted y el Padre Suárez tendrán que trabajar mucho para reconquistar mi confianza.

Ahora puedo decir que mi pérdida de confianza se extiende a los cuatro Obispos consagrados por Monseñor Lefebvre, a todas las actuales autoridades de la Fraternidad y prácticamente a todos los sacerdotes de la misma, salvo honrosas excepciones.

Todo sea para mayor gloria de Dios y su Iglesia…

TRAIDOR BOUCHAConcluyendo, no es la primera vez que el Padre Bouchacourt cambia una intención oficial y pública.

Veremos qué consecuencias tiene el último cambio…

Pero, más allá de lo puramente anecdótico, es muy extraño y significativo que la gran mayoría de los sacerdotes y de los feligreses, hace ya más de cuatro años, no hayan perdido la confianza en estos cuatro Obispos y en todos los sacerdotes de la Neo FSSPX, gocen o no de un cargo de autoridad.

Padre Juan Carlos Ceriani