OSKO: La Declaración de los TRES…… que son CUATRO…

La Declaración de los TRES…

… que son CUATRO…

bispos-exequias-de-mons-lefebvreCon motivo de la Declaración por el XXV° aniversario

de las Consagraciones Episcopales

11. Este amor por la Iglesia explica la regla que Mons. Lefebvre siempre observó: seguir a la Providencia en todo momento, sin jamás pretender anticiparla. Entendemos que así lo hacemos, sea que Roma regrese de modo rápido a la Tradición y a la fe de siempre —lo que restablecerá el orden en la Iglesia—, sea que se nos reconozca explícitamente el derecho de profesar de manera íntegra la fe y de rechazar los errores que le son contrarios, con el derecho y el deber de oponernos públicamente a los errores y a sus fautores, sean quienes fueren —lo que permitirá un comienzo de restablecimiento del orden. A la espera, y frente a esta crisis que continúa sus estragos en la Iglesia, perseveramos en la defensa de la Tradición católica y nuestra esperanza permanece íntegra, pues sabemos con fe cierta que «las puertas del infierno no prevalecerán contra ella» (Mt. 16, 18).

Hemos leído completa la Declaración y nos ocurrieron dos cosas: por un lado, NOS BASTA CON UNO; por el otro, NOS FALTA UNO.

En referencia a que NOS BASTA CON UNO, lo decimos porque con el anteúltimo punto (11°) de la Declaración de los tres Obispos de la FSSPX, Monseñores Fellay, de Galarreta y Tissier de Mallerais, alcanza y sobra.

En referencia a que NOS FALTA UNO, es porque firman TRES, pero son CUATRO… Ya se verá en este artículo lo que queremos decir.

Hemos elegido la modalidad de dirigirnos a Monseñor Fellay por ser el Superior General de la FSSPX, y porque, además, es más divertido que los otros DOS (perdón, TRES…, ¿o CUATRO?).

Explicamos:

«… sea que Roma regrese de modo rápido a la Tradición y a la fe de siempre —lo que restablecerá el orden en la Iglesia»

Pero entonces, Monseñor FELLAY… ¿CON QUIÉNES ESTUVIERON DIALOGANDO TODOS ESTOS AÑOS?

Lo decimos porque, si los que fueron sus interlocutores tienen que regresar es porque se fueron. ¿A dónde se habrán ido? … Mejor no lo digo, pero que se fueron… SE FUERON…

Por lo tanto, Monseñor, usted reconoce (AHORA y POR EL MOMENTO) que los romanos conciliares NO TIENEN LA FE CATÓLICA. Su amado RATZINGER TAMPOCO. No se olvide que él es el EMÉRITO de algo y de alguna parte.

Como sea, la cuestión es que según dice usted, los romanos creen en OTRA COSA, porque, si creyeran lo mismo que nosotros, ellos no tendrían que regresar de ninguna parte porque no se hubieran ido a ningún lado. O sea… estarían donde ahora solamente aparentan estar, pero NO ESTÁN. ¡QUE LÍO!

Le pido, Monseñor, que dentro de unos días no salga de nuevo con su consabido sonsonete de que los que se fueron y deben regresar a la Fe de Siempre «son la Iglesia, son la Iglesia». Y, si en algún momento le dan ganas de decirlo, ¡TRÁGUESELO!

Roma, o mejor dicho quienes usurpan los cargos en la Roma Vaticana, desde el que funge como autoridad máxima, y que hoy es el señor Jorge Mario Bergoglio, hasta el último funcionario de la Curia, ante todo deben volver a la FE CATÓLICA, lo cual, ipso facto, los devuelve a la Tradición de la Iglesia. Eso es correcto.

Sin embargo, y dadas las circunstancias, con eso hoy ya no alcanza. En la mayoría (si no en todos los casos), puede que, de operarse esa milagrosa conversión masiva, estuviéramos frente a simples LAICOS CATÓLICOS.

Lisa y llanamente, hay muy fuertes argumentos que sostienen que todos ellos (o casi todos), se encuentran en una situación similar a la de los «sacerdotes» anglicanos sobre los cuales el Magisterio de la Iglesia ha sido sumamente claro: NO SON SACERDOTES, NI OBISPOS.

Por lo tanto, en el caso que quisieran ser lo que hoy tan sólo aparentan ser:

PRIMERO deben ser Ordenados Sacerdotes; y SEGUNDO (posteriormente) Consagrados Obispos (aquellos que fuera menester y hagan mérito suficiente; usted sabrá).

Recordemos que todo el Sacramento del Orden Sagrado ha sido trastocado gracias a las reformas post Concilio Vaticano II, y desde 1969 los ritos y las fórmulas de las Ordenaciones y Consagraciones fueron cambiadas.

Bergoglio, por ejemplo, fue ordenado después de ese año; así que, aunque se convirtiera a la fe católica, yo no me confesaría con él ni iría a sus «misas», a menos que lo ordenasen bajo condición, lo cual practicaba la FSSPX hasta hace algunos años, como usted sabe Monseñor, así como también puede atestiguarlo más de un sacerdote, sea que haya recibido dicha reordenación, sea que haya sido testigo de la misma.

Hummmm, igual no sé si, en ese caso, iría a una misa de Bergoglio…; ni aunque lo «re-bauticen» (esto último queda entre nosotros, Monseñor; además sé que usted no lo puede ni ver a Bergoglio, así que me va a comprender perfectamente).

Pero, volviendo al tema, IMAGÍNESE: muchos de los «curas» que andan por el mundo ni siquiera se fueron, porque para irse de alguna parte es condición previa y sine qua non haber estado; y muchos no se fueron, porque, en realidad, NUNCA ESTUVIERON EN LA FE CATOLICA.

Impresionante. La tarea ingente que hay por delante, Monseñor… Además hay que agregar a los «Obispos» conciliares… Estará de acuerdo conmigo que en muchos de los casos será menester empezar por el CATECISMO; y medio que se va a complicar con esta gente que ya está un poco grandecita.

En todo caso, y aprovechando que el Padre Cardoso nos cuenta que está ocupándose de la creación de un PRE-SEMINARIO (que él considera necesario, ya que los jóvenes aspirantes al sacerdocio provienen de una sociedad completamente laicizada y liberal, y deben pasar primero por esa instancia), suponemos que el Padre Cardoso estará de acuerdo con usted, y conmigo, que, en caso de producirse por una MILAGROSA intervención del Cielo una conversión masiva de los romanos, una vez identificados todos los que sean homosexuales o sodomitas, los que están afiliados a la Masonería, los filo-judíos etc., etc., aquellos que queden (no importa la edad) deberán concurrir a ese PRE-SEMINARIO; porque no caben dudas que, aunque ya no son tan jóvenes, no obstante eso, están impregnados también de ideas modernistas, progresistas, laicistas y liberales; de modo que deberán pasar por las manos del Padre Cardoso, o de quienes dispongan Usted, de Galarreta, Tissier y Williamson, o primero este último…

Y después sí; una vez finalizado el PRE-SEMINARIO, todos a ECÔNE (se lo imaginan a Bergoglio sentado en los mismos pupitres donde se sentaba el Padre Ceriani… je je); y finalmente en unos pocos años, se los podrá ordenar sacerdotes con una cierta seguridad, aunque Monseñor Williamson no es muy optimista al respecto…

AHHHH… ¿se imagina? ¡QUE TRIUNFO, MONSEÑOR! Usted de pie en las escalinatas de San Pedro recibiendo a los conversos ya «re-ordenados» y «re-consagrados», y todos re-confortados por tan imponente momento. Y la tan ansiada RESTAURACIÓN de la IGLESIA al alcance de sus manos; y todos diciendo en voz baja «Todo se lo debemos a él» … por usted obviamente…

Claro que, si sacamos a los homosexuales, pederastas, liberales, judaizantes, masones, modernistas, etc., etc… la ceremonia tal vez no resulte tan imponente. Creo que al PRE- SEMINARIO del Padre Cardozo le bastará contar con un par de habitaciones para el alojamiento de los PRE-SEMINARISTAS; supongo que con tres o cuatro camas cucheta por habitación se podrán arreglar holgadamente… ¿No le parece, Monseñor?

Bueno; digamos que es poco probable que se pudiera dar semejante cosa. No sé… me cuesta imaginar algo así. Por estos días tengo una especie de gripe, y se ve que la fiebre produce un cierto desencanto respecto de todas esas ideas optimistas acerca de las RESTAURACIONES. Además, usted y los suyos desalientan al más empedernido optimista.

Pero los TRES Monseñores (que son CUATRO) tienen un PLAN B

El párrafo que sigue sonaría solemne y duro y tendría el aspecto de una interesante toma de posición, si no fuera que conocemos su procedencia. Viniendo de donde viene, parece más bien una broma absurda:

«… sea que se nos reconozca explícitamente el derecho de profesar de manera íntegra la fe y de rechazar los errores que le son contrarios, con el derecho y el deber de oponernos públicamente a los errores y a sus fautores, sean quienes fueren —lo que permitirá un comienzo de restablecimiento del orden»

Ayúdeme a pensar, Monseñor, sobre esta primera condición sine qua non del último Capítulo General…

¿Quién les va a reconocer ese derecho, si allí no hay nadie? Si se han ido y deben regresar, en tanto que no regresen, no parece que pudieran otorgarle, ni a usted ni a nadie, ningún derecho.

Además, si los romanos regresaran a la fe de siempre (ya dijimos que eso sería un milagro; más que eso, sería un SUPER MILAGRO) ya no habría necesidad de ese reconocimiento que usted suplica. De manera que el PLAN B no existe; o está DE MÁS, o… es una trampa, como los Padres Méramo, Ceriani, Turco y Grosso, así como Radio Cristiandad y los fieles de la verdadera resistencia lo vienen diciendo desde hace más de seis o siete años…

Esto es algo que, no sé por qué, me recuerda aquél asunto de las «Excomuniones» ¿Se acuerda, Monseñor? TAMBIÉN me hace pensar en Monseñor Williamson. ¿Ve, usted, la relación?

Porque ¡VAMOS! Intentemos ser coherentes, al menos un poco. Si usted les dice a los romanos que deben regresar a la FE DE SIEMPRE, es porque NO LA TIENEN, ¿verdad, Monseñor?

Y, si NO LA TIENEN, NO SON CATÓLICOS.

Y, si NO SON CATÓLICOS,… ¿cómo podrían otorgarle a usted TAL DERECHO, la tan preciada regularización que sólo Roma puede otorgar, diría Monseñor Williamson?

Si ellos NO ESTÁN adentro, ¿cómo piensa usted que ellos podrían abrirle a usted esa puerta?

Pero además, en todo caso: ¿Usted les está pidiendo a los que están AFUERA (usted lo dice, no yo) que lo reciban ADENTRO?… ¡AY!

Otra vez me hace acordar del Obispo Williamson, que usted expulsara hace unos meses de la FSSPX. Él también anda medio «confundido» con todo este tema de la Iglesia Conciliar y Oficial y la Iglesia Católica, como si tampoco él (como usted) acertara a comprender la diferencia, y así se les arman unos líos bárbaros sobre la autoridad y la jurisdicción de esos romanos apóstatas.

Fíjese qué coincidencia: por una parte, según usted y Monseñor Williamson, los de la Iglesia Oficial y Conciliar SE FUERON DE LA FE DE SIEMPRE; pero, por el otro lado, a) usted se siente obligado a pedirles a ellos que le reconozcan a usted el DERECHO de PROFESAR DE MANERA ÍNTEGRA LA FE DE SIEMPRE; y b) Monseñor Williamson cree que debe pedirles permiso para fundar una congregación religiosa…

Ahhhhh… ¡Qué difícil es todo esto! Pero, ahora comprendo un poco mejor lo que usted dijo en noviembre del año pasado: «Tal vez los haga reír, pero entre los cuatro obispos reina una perfecta armonía»…

Yo, ciertamente, me río; pero los de la falsa resistencia están muy preocupados por esto, que, semana a semana, mediando los Comentarios Eleison, se hace cada vez más una realidad… No saben qué hacer con los Comentarios del 1° y 22 de junio…

Perdóneme, Monseñor, por haberme referido tan irónicamente al punto 11° de su Declaración, pero le aseguro que, a veces, tengo la sensación de que ustedes TRES (perdón, CUATRO), de continuar por este camino, más que dejarlos PERPLEJOS, llegarán a convertir a sus fieles en CATÓLICOS PARAPLÉJICOS.

Atentamente, Osko.