El cardenal Levada explica el ecumenismo
Afirma que el mundo está esperando una “unidad sinfónica”
KINGSTON, martes 16 de marzo de 2010 (ZENIT.org).- El objetivo del ecumenismo es la unión con la Iglesia católica, una unión que transforma a la Iglesia enriqueciéndola, afirma el prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe.
El cardenal William Levada explicó esto en una conferencia dictada a principios de marzo en la Queen’s University de Kingston (Ontario, Canadá) sobre la Anglicanorum Coetibus, el documento que allana el camino a los anglicanos que quieren unirse en grupo a la Iglesia católica. Una transcripción no oficial de la charla fue publicada por Salt and Light Television.
El cardenal observó que para muchos anglicanos, Anglicanorum Coetibus es algo así como el desarrollo lógico del trabajo que se ha llevado a cabo en el diálogo ecuménico entre anglicanos y católicos desde el Concilio Vaticano II.
El cardenal Levada hizo un resumen de este trabajo realizado por la Comisión Internacional Anglicano-Católica (ARCIC). Las conclusiones alcanzadas por la primera comisión fueron aprobadas tanto por las autoridades anglicanas como por el Vaticano.
«Como resultado del trabajo del ARCIC, las esperanzas crecieron en los círculos ecuménicos”, dijo el cardenal. “Muchos anglicanos y católicos vieron en los acuerdos consensuados un camino que llevaba al reconocimiento de una expresión común de su propia fe».
Autoridad
Con todo, había nuevos obstáculos reservados para los anglicanos, cuando la Comunión empezó a proseguir con la ordenación de mujeres y, más tarde, con la aprobación de la actividad homosexual.
El quid de estas dos cuestiones, observó el cardenal Levada, era en realidad la cuestión de la autoridad, sobre todo en dos puntos: ¿La revelación de Dios en Jesucristo y en la Escritura pretende hacernos saber la voluntad de Dios de una manera que requiere nuestra obediencia? Y en segundo lugar, Dios, en Cristo, ¿ha dejado a su Iglesia una autoridad por la que se asegura que se puede saber el significado correcto de la revelación, en medio de las a veces diversas interpretaciones humanas?
En este contexto, explicaba el cardenal, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, y Benedicto XVI «aprobaron la creación de ARCIC III, que tenía como mandato continuar el diálogo bilateral, con el tema ‘Iglesia como comunión – local y universal’, incluido el discernimiento de las cuestiones éticas en estos dos niveles y la interacción entre ellas”.
Ecumenismo
La segunda parte de la conferencia del cardenal Levada se centró en lo que el ecumenismo es realmente.
“La unión con la Iglesia católica es el objetivo del ecumenismo”, dijo.
Añadió que el «gran proceso de trabajo hacia la unión opera un cambio en las iglesias y comunidades eclesiales que se comprometen una con la otra en el diálogo, en el caso actual para entrar en una comunión efectiva, transformando a la Iglesia Católica por medio de enriquecimiento. Permítaseme añadir de inmediato que cuando digo enriquecimiento no me refiero a la adición de elementos esenciales de santificación y de verdad en la Iglesia Católica. Cristo ha puesto en ella todos los elementos esenciales. Me refiero a la adición de los modos de expresión de estos elementos esenciales, los modos que permiten mejorar la valoración de todos hacia los tesoros inagotables concedidos a la Iglesia por su divino Fundador.
Por lo tanto, el prelado explicó «lo que es nuevo es que las verdades perennes y elementos de la santidad, que ya se encuentran en la Iglesia católica, reciben un nuevo enfoque, o un acento diferente por la forma en que se viven por varios grupos de fieles que son llamados por Cristo a unirse en perfecta comunión unos con otros, disfrutando de los vínculos de credo, código, culto y caridad, de diversas formas que se mezclan armoniosamente».
El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe llegó a decir que podía plenamente esperarse que «mientras nosotros podemos saber con exactitud lo que puede decirse verdad, el pleno conocimiento de lo que eso significa es realzado por la contemplación de muchos grupos de personas sobre el mismo misterio».
Sinfónico
En su extensa explicación sobre el ecumenismo, el purpurado usó el símbolo de una orquesta.
«La unión visible con la Iglesia católica puede ser comparado con un conjunto orquestal», dijo. «Algunos instrumentos pueden tocar todas las notas, como un piano. No hay nota que tenga un piano que un violín o un arpa o una flauta o una tuba no tengan. Pero cuando todos estos instrumentos tocan las notas que el piano tiene, las notas se enriquecen y mejoran. El resultado es sinfónico, la plena comunión. Tal vez se puede decir que el movimiento ecuménico desea pasar de la cacofonía a la sinfonía, con todos tocando las mismas notas de la claridad doctrinal, los mismos acordes eufónico de la actividad santificadora, observando el ritmo de la conducta cristiana en la caridad, y llenando el mundo de la belleza y atractivo sonido de la Palabra de Dios.
«Mientras los demás instrumentos se tienen que entonar de acuerdo con el piano, cuando se ejecutan en concierto no se confunden con el piano. Es voluntad de Dios que aquellos a los que la Palabra de Dios se dirige, el mundo, es decir, debe escuchar una melodía agradable hecha espléndida por las contribuciones de muchos instrumentos diferentes».
El cardenal Levada ofreció ejemplos concretos de estas contribuciones, señalando ejemplos de la Iglesia ortodoxa, de la Reforma, y, por supuesto, de la Comunión Anglicana.
En cuanto a la Anglicanorum Coetibus, afirmó que es «la primera vez que la Iglesia católica ha logrado una respuesta a los hombres y mujeres de la cristiandad occidental que desean la plena comunión, y les concede no sólo un lugar entre muchos, sino un lugar destacado”.
Y sostuvo que «la unidad que Cristo desea es visible, no es difícil de alcanzar o incluso inaccesible».
Sin embargo, afirmó el cardenal Levada, «a veces no sabemos el valor de lo que poseemos y necesitamos la visión llena de espíritu de los demás para reconocer los tesoros que tenemos».
[Traducción del inglés por Inma Álvarez]
Canalla Levada, traidor y blasfemo,por tu sucia boca hablas de la real intencion del ecumenismo modernista: la creacion de una organizacion pan-religiosa, la gran ramera que fornicara con el anticristo.
Dios esta permitiendo que estos nefastos personajes hablen, y cada vez mas claro, para que nosotros sepamos entender mejor las cosas.
Al que tenga oidos,que oiga.
(y pensar que esta tan cerca mio en estas tierras, tendria ganas de dar una buena patada en el traste de este sujeto…)
No deja de ser curioso ( ¿ significativo ? ¿ preocupante ?) que las palabras «ecuménico» y «católico» sean sinónimos.
Bebel,
Que es lo que te preocupa?
el ecumenismo que estos sujetos aplican no tiene nada que ver ni con Jesucristo, ni con la verdadera tradicion, ni con la verdadera iglesia.
Ellos usan muchas palabras. Eso no quiere decir que sigan su recto significado.
DAN, EXACTA SU PUNTUALIZACIÓN A BEBEL. ASUMO SUS COMENTARIOS DE LA CRUZ A LA ZETA. ES TAL Y COMO LO DICE : ESE LEVADA DE TODOS LOS DEMONIOS , IGUAL QUE EL QUE ESTÁ OBLIGADO A CORREGIRLE Y NO LO HACE, NI LO HARÁ PORQUE PIENSA EXACTAMENTE COMO ÉL : LOBOS DE LA MISMA CAMADA. LOBOS HACIENDO DE PASTORES.
Dan
Coincido con usted de pe a pa. Mi preocupación es anterior a lo que usted oportunamente destaca. Hace no mucho, pero ya hace años que me extraña la enorme dificultad por la que atraviesa nuestra iglesia (otras también, pero yo me ocupo de la mía)y cuyo fruto es magro si tomamos en cuenta el horror del mundo y de la vida en general. Y hablo desde antes del Concilio Vaticano II y mi pregunta (lo hago para abreviar y simplificar) sería del tipo ¿ No habrá algo que es necesario volver a estudiar ? ¿ Hemos comprendido cabalmente, hasta las comas de lo que Jesús nos ha pedido ? ¿ En algún lugar del camino nos hemos desviado ? ¿ Porque tanta obscuridad, lucha y desencanto ? ¿ No es demasiao acaso ?
Jesùs habló poco, de manera a veces críptica y encima lo interpretamos demasiado.
Le agrego un detalle muy importante señor Dan, y que es este : yo relaciono el paso del tiempo con el tiro con arma larga (al que era aficionado, no a la caza). Mas lejos usted pone el blanco y entonces las desviaciones ya de menos de un milímetro, en el blanco se multiplican por diez, mas lejos por veinte y así. Es decir, cuando el error está mas atràs en el tiempo, y aún uno pequeño, hoy es un error gigantesco. No quiero entrar en polémicas respecto del CV II (con el que no estoy de acuerdo de base y hoy la Iglesia está irreconocible) pero me parece que ese concilio es una consecuencia, y tal vez lo peor , hasta un poco tardía, de errores pasados.
Destaqué lo del sinónimo, que no es otra cosa que volver al origen, ser en suma, original, simplemente por el hecho de que es un concepto fundacional, primitivo diría. Yo estoy en la búsqueda, todavía sin exito, pero sigo por aquello de que me siento impulsado por Jesús, que me anima a buscar para encontrar. A medida que pasan los años tengo mas dudas y menos certezas (de todo en general). Si no me entendiò y desea hacerlo, pues si lo manifiesta, a su tiempo le responderè.
Bebel,
Entiendelo, tu crees ser el centro de la cuestion. Tu crees que debes encontrar no se que verdad pristina, perdida en el tiempo y en la oscuridad de textos no bien desentrañados.
Tu representas la idea de eterna busqueda, nunca satisfecho.
Tus ideas son contrarias a la verdadera sabiduria que consiste en la obediencia amorosa y fiel a las enseñanzas de la Iglesia Verdadera.
La Verdad que buscas, la sabiduria que anhelas esta ahi, en el tesoro de la Tradicion. No en tus busquedas con sabor gnostico.
He ahi la gran diferencia.
Señor Dan
Tanto en este como en otros comentarios suyos pone palabras en mi boca o pensamientos en mi mente, que no dije, ni pensé. Analize el texto otra vez, porque no entendió nada. Y algo le digo, de obediencia tal vez le pueda dar cátedra, quien sabe. Hay ciertas cosas que con un desconocido no se pueden afirmar. De todos modos, lo que vale es el espíritu de la cuestión y yo le expresé mi pensamiento con honradez, y usted responde con un reto. Yo no me pongo en el centro de nada ni estoy buscando, son cosas que usted presupones, es como un prejuicio que tiene y que limita su comprensión. Lea de nuevo por favor. Como fuera, lea con buena voluntad, con ánimo cordial, esto no es una guerra. Si usted desea intercambiar ideas e información, con todo gusto, pero no otra cosa, usted no es mi maestro ni yo su alumno, y por fin le digo, si no tiene ànimo amistoso, tampoco me interesa intercambiar nada. Haga lo que le plazca.
Bebel:
Todo lo que me mueve a mí en materia de análisis de problemas actuales es el afán simplificador. Y hay cosas que me parecen muy claritas y que se pueden entender nada más que con el catecismo en la mano, sin necesidad de contar voluminosas bibliotecas y complicados estudios de lenguas muertas.
No quiere decir esto que considere superfluo todo lo que no sea el catecismo. Lo que pasa es que la gran mayoría de la gente no tiene acceso a esos recursos. pero esto no quiere decir que esté librada a su (mala) suerte.
Efectivamente, catolicismo y ecumensimo son palabras emparentadas muy de cerca. Un filólogo podrá aclarar bien el asunto. Pero el uso es lo que las diferencia. Siempre se entendió que la religión verdadera es católica en cuanto a que Jesús murió en la Cruz para todo el género humano.
El ecumenismo habla de reunir especialmente a las religiones llamadas cristianas en una sola. Pero no de VOLVER todas ellas al seno de la única verdadera.
Este «cardenal» Levadura, (en el sentido de los antiguos, de que la levadura es algo que pudre a la masa), habla como es propio de los modernistas con dos palabras de verdad y tres de mentira.
«Permítaseme añadir de inmediato que cuando digo enriquecimiento no me refiero a la adición de elementos esenciales de santificación y de verdad en la Iglesia Católica. Cristo ha puesto en ella todos los elementos esenciales.»
Fíjese lo oscuro de su expresión: «Cristo ha puesto en ella todos los elementos esenciales».
Entonces hay elementos no esenciales, que podemos salir a buscar por allí. Es lo que caracterizó al concilio. El dejar puertas abiertas para el cambio que cada uno quisiera, puertas que para los desprevenidos, la inmensa mayoría de los obispos presentes, estaban suficientemente ocultas en el conjunto más o menos ortodoxo. Si hubiera terminado su frase antes de «esenciales», hubiera sido de una pureza y ortodoxia irreprochables.
«Tal vez se puede decir que el movimiento ecuménico desea pasar de la cacofonía a la sinfonía,…»
¿De qué cacofonía habla? Hay una sinfonía que está en la Iglesia Católica de siempre y a ella hay que volver, sinfonía dirigida por Jesucristo Nuestro Señor. palabras que sin duda agradarán al gran público, pero que son envenenadas.
Y yendo a su duda respecto a cuándo se desviaron, es bueno repasar las encíclicas de los papas de los últimos 250 años, que se veían venir esto que estamos sufriendo hoy. Todo este desbarajuste no es fruto de generación espontánea. En internet mismo hay muchísimo material. Busque la relación que tiene esta situación con la reforma del siglo XVI, con la revolución francesa, con las corrientes de pensamiento que esos movimientos generaron. Y va a ver que no «nos desviamos». ELLOS trabajaron durante siglos para desviar a la Iglesia, fundamentalmente metiendo gente adentro, corrompiendo, como la levadura, desde la misma masa. Y si no encuadra todo esto en el marco de la lucha de Satán contra Dios, nunca va a poder entenderlo claramente. Ni usted, ni yo, ni nadie.
Y los que saben, dicen que hoy, están reproducidas más o menos fielmente todas las herejías que se presentaron en la historia de la Iglesia, reunidas en esta cloaca que es el modernismo.
«Lamentablemente», cuando la inquietud intelectual entra a hacer presión, no queda más alternativa que dedicar mucho tiempo a la lectura. Los problemas de fe se resuelven de otra manera, rezando aunque sea un poquito cada día, pidiéndole a la Santísima Virgen que nos allane el camino, y sobre todo con fe, confiando en que esa ayuda va a llegar aunque no nos demos cuenta. Por lo demás nadie está a salvo si no reza.
Y yo no diría que el concilio es una consecuencia, sino la CORONACIÓN de la obra de los enemigos de la Iglesia.
no Bebel… no me interesa nada de lo que aclares. Por tus palabras se sabe ya lo que eres y cual es tu lindo papel viniendo a blogs como estos. Con gentuza como tu, no tengo la menor intencion amistosa.
Federico
Comparto lo que usted dice del catecismo. Por lo general no tomo en cuenta otras cuestiones. Respecto del ecumenismo, me parece que es como los prejuicios, malo tenerlos y peligroso no tenerlos. No me preocupa realmente, solamente me preocupa mi conducta y mi salvacion (empezando por los seres queridos). Supongo que el paso de los siglos y el crecimiento de la humanidad (cantidad de personas) mas el hecho concreto que los cristianos (los que sean) somos cada vez menos, ha ido bajando el tono en la intolerancia religiosa (la que sea). Y en este momento, ni con tolerancia, las iglesias se vacian igual, sean templos budistas o iglesias cristianas. ¿ La accion del demonio ? Realmente no lo sabemos. ¿ Lutero fue un enviado del Diablo o un castigo de Dios para nosotros ? No lo sabemos. No sabemos nada, y cuando uno no sabe nada, lo primero que es sensato hacer es quedarse quieto. No tengo la menor idea de porque es tan difícil la predicación y porque ha sido tan magro el fruto (por el que se conoce el árbol) y no me termina de convencer que es por la acción de otros (masones, judíos, demonio, etc). Pero no se todavía de que se trata y esto no merma mi Fe, si no más bien la estimula. Tal vez sea el prejuicio de una educación familiar, la mía, donde se insistía en la propia responsabilidad.